Nuestra historia
Nuestro legado familiar
El negocio no es solo un trabajo para nosotros; es una herencia. Cada generación que ha formado parte ha llevado consigo la antorcha de la hospitalidad, transmitiendo de padres a hijos la importancia de tratar a los visitantes como parte de la familia. Esta herencia se ha convertido en la fuerza impulsora que nos impulsa a crear experiencias que perduran en la memoria.
A lo largo de los años, hemos evolucionado junto con las tendencias y las demandas cambiantes. Desde aquel pequeño rincón inicial, hemos expandido nuestro legado para abarcar no solo restaurantes y hoteles, sino también una panadería, carnicería, bar y tienda de productos regionales. Esta expansión no solo refleja nuestro crecimiento, sino también nuestro compromiso con ofrecer una oferta completa y variada que satisfaga todos los gustos.
Dedicados a la hostelería desde 1993
En el corazón de Gúdar-Javalambre y Barracas, nuestra historia se entrelaza con el tejido mismo de esta encantadora comarca. Desde 2002, hemos sido guardianes de un legado familiar que ha dado forma a nuestra visión, nuestra pasión por la hospitalidad y la dedicación a ofrecer experiencias excepcionales.
En aquel año memorable, la semilla fue plantada por una familia visionaria con una visión clara: crear un espacio donde la autenticidad y el calor humano fueran la esencia. Comenzamos humildemente, pero con grandes sueños. Desde el principio, nos propusimos no sólo ser un destino para nuestros huéspedes, sino un lugar donde cada rincón contara la historia de nuestro compromiso con la excelencia.
Comprometidos con la comunidad
Teruel – Castellón
En este viaje de tres décadas, hemos visto crecer y transformarse a la comunidad que nos rodea. Nos enorgullece haber sido parte activa de iniciativas locales, apoyando eventos comunitarios y contribuyendo al desarrollo sostenible de la región. En cada plato, cada habitación y cada interacción, llevamos el compromiso con nuestra comunidad en el corazón.
